“De trasnoche en la extinta señal de cable Locomotion sabía encontrarme con la Pet shop of horrors atendida por el Conde D: un ser sofisticado, tenebroso y al fin y al cabo un animal más adentro de esa historia. Uno cuando lee los ocho relatos que componen este libro tiene la sensación de estar viendo un animé de madrugada; en el que el dolor y la desesperación de los manga de Inio Asano conviven con las discusiones etílicas de la cinematografía de John Cassavettes  junto a la sensualidad y perversidad de las letras y de la música en las canciones de The Police. Nipón cuando desgarra, británico en su elegancia, bien de acá en su andar como universal en su humanidad; La felicidad es una zanahoria capitalista arranca con el Peep Show Borda de Christian Broemmel en el que se hermana con el Conde D al también revelarse sofisticado, tenebroso, todo un animal.”
Leonardo Oyola